Quien está detrás de Astro y Natura como proyecto.
Un poco de mi historia

Mi nombre es Carolina y hace 10 años que comenzó un capítulo de mi historia personal que me gustaría relataros a través de estas líneas, y que da sentido a como hoy Astro y Natura se presenta ante el mundo…

Soy Carolina

Nací en Madrid, pero prácticamente toda mi niñez hasta mi adolescencia la viví en un pueblo de Jaén, entre olivos y el sol iluminando el campo y la vida… vida que, poco a poco, se iba abriendo paso, minuto a minuto, día a día… Luego y al cabo de los años, y como si hubiera sido marcado por el destino, regrese a Madrid a continuar con mis estudios y a realizar profesionalmente todo aquello que de algún modo, parecía estar planificado a que sucediera… de los olivos y el sol a Madrid… y de Madrid al cielo y al Universo con sus planetas, símbolos y significados… tierra y cielo unidos en un sinfín de melodías simbólicas.

Todo en mi vida parecía ir conforme a lo esperado, conforme a lo conocido, un horizonte que desde el principio pareciera que una dibuja y sobre la que una misma va construyendo su vida, tal y como espera que sea… Sin embargo, en algún momento algo sucedió, algo hizo que todo comenzara a perder algo de brillo, a perder algo de magia…

Era como una especie de sentir distinto, una llamada interior que me conectaba con el latir de mi corazón y que irremediablemente me llevaba a ir encontrando cada vez menos sentido a lo que vivía a nivel exterior y de logros… cada vez me sentía menos identificada con algunos de los valores que hasta ese momento intentaba por todos los medios de sostener… quizás y podría decir que eran valores que comenzaban a aparecer ante mí vacíos, huecos, carentes de «algo»…

Todo en mi vida parecía ir conforme a lo esperado, conforme a lo conocido, un horizonte que desde el principio pareciera que una dibuja y sobre la que una misma va construyendo su vida tal y como espera que sea… Sin embargo en algún momento algo sucedió, algo hizo que todo comenzara a perder algo de brillo, a perder algo de magia…

Era como una especie de sentir distinto, una llamada interior que me conectaba con el latir de mi corazón y que irremediablemente me llevaba a ir encontrando cada vez menos sentido a lo que vivía a nivel exterior y de logros… cada vez me sentía menos identificada con algunos de los valores que hasta ese momento intentaba por todos los medios de sostener… quizás y podría decir que eran valores que comenzaban a aparecer ante mí vacíos, huecos, carentes de «algo»…

Estudié la carrera de empresariales y una vez terminados los estudios, mi carrera profesional comenzó a estar totalmente orientada a los números, las combinaciones, las estrategias, el control de los resultados… todo ello creó las bases sobre las que se comenzó a configurar parte de mi manera de pensar y ver la vida… planificación de futuro, estrategia, control, resultados esperados, futuro planificado…

Hasta que algo sucedió y la vida una vez más logro sorprenderme con escenarios y vivencias inesperados… todo empezó a resultar ser más pesado a la hora de intentar sostenerlo, mi vida, mi trabajo, mis metas personales y profesionales… lo logrado hasta ese momento, parecía ser una carga demasiada compleja, que a veces me llevaba a sentir que de algún modo me impedía el moverme con libertad… la libertad de vivir desde un lugar más espontaneo, y quizás más real y acorde a quien realmente era y podía ser en cada momento.

En aquellos momentos y aún sin saberlo, inicie un camino de búsqueda y descubrimiento… qué era lo que verdaderamente daba sentido y sostén a esta vida y existencia y que ahora aparecía ante mis ojos como si de una única verdad se tratase… qué sentido tenía la vida, quien era yo, qué sentido podía tener todo lo vivido…

El Feng Shui y las energías de los espacios me acercaron a un mundo y una mirada de ver las cosas desde un lugar en el que todo parecía estar vivo…

La Cábala, la Astrología, la Alquimia interior… la Terapia Floral a través de las Flores de Bach… todo parecía ir llevándome y acercándome cada vez más hacia un único y mismo lugar… la conexión con mi Fuente, con mi Verdad, con el sentido y profundidad de la vida, con ese ritmo propio, íntimo, personal e individual que cada uno poseemos y del que bebe nuestra vitalidad y alegría de vivir…

El ver más allá de lo que aparentemente sucede en nuestras vidas, el entendimiento interior y el autodescubrimiento sobre uno mismo a través de las experiencias vividas y personas con las que nos relacionamos a distintos niveles a lo largo de toda nuestra vida…

Todo empezó sin querer a dibujar un sendero y camino diferente al transitado hasta ese momento, repleto cada vez más de silencio interior, comprensión y libertad, y que irremediablemente me iba llevando, poco a poco, a mostrar más que nunca esa parte de autenticidad que habitaba desde siempre en mí, que quizás se había quedado en algún lugar atrapada por los mil y un compromisos que habían ido apareciendo años atrás…

Busqué, sin saberlo, comprometerme con un afuera que me había llevado a ir poco a poco a faltar al compromiso con mi verdad más honesta y sincera sobre lo que me hacía sentir más libre y conectada a mi esencia…

A veces, uno parece que tiene que andar irremediablemente un camino en una dirección, para que pueda abrirse la posibilidad de poder andar por otro más acorde a la naturaleza de cada uno.

Mi trabajo

Es así, que hoy día mi vocación y mi trabajo va dirigido a poder ayudar a todo aquel que como yo, perdió de algún modo y en algún momento, el sentido de lo que hacía, a todo aquel que no se conforma con la realidad y el significado tangible de la misma, a todo aquel que busque entender cuál es el simbolismo profundo de las experiencias que nos tocan vivir… el mundo emocional, nuestra parte de gestión mental y entendimiento, la materialización de los objetivos personales de cada uno de nosotros…

Todo ello bebe de una misma fuente… del descubrimiento, entendimiento y comprensión de uno mismo a cada instante y momento de la vida que nos pueda llevar a vivir desde esa libertad de poder ser tal cual uno es, sin maquillaje, para poder vivir y mostrarnos al mundo desde ese brillo que nace de la autenticidad de Ser uno mismo a cada instante de la vida.